El alcarglumps y los stargalumpi

Publicado: 08/03/2016 en Cuento, Insectos comunes

Si sois entendidos en el tema, conoceréis a Tom, hijo de Tom, el alcarglumps. En caso de que desconzcáis el término, es menester que imaginéis una ola en contrapunto, algo así como una cómoda bañada en gatos despotricando sobre plena llanura citadina. Ahora, habiendo resuelto la duda continúo con el cotorreo fantástico de aquel vecino de los stargalumpi, esos que juegan a… ¡bah, ya sabéis que hacen los condenados!
Os decía pues, que aquella tarde falsificada de arenas forestales, en la cual los conciudadanos parecían divertirse con puyas y revoltijos caprichosos, Tom había emitido con voz invernal aquellos ecos deglutidos por la bruma espesa y descolorida que es la vida.
-¡Juar destruzer encuatim vertz!
Como son pocos los que entienden la lengua de nuestro emisor, me permito el atrevimiento de traducir para que vosotros comprendáis, siempre teniendo en cuenta las posibles erratas de mi traslación.
-¡Discípulos míos, es hora de que el viento os moje con suaves cortinas hechas de lágrimas suicidas, pues el tiempo en las máscaras decadentes sobrepone los límites del entendimiento stargalumpi! -dijo el alcarglumps.
-¡Nos disponemos a castigar aquellas notas sordas sembradas en el corazón de los hombres de la futura cábala galopante, indigna de aquella fábula entrópica! -contestó uno entre la masa y resonó en el espacio. Después las mudas ondas inundaron el insprutanco.
De pronto comenzó a sollozar la escolta del averno veraniego, con su característica y multicolor sombra animal.
Entre las cámaras surgió la estocada del deseo y todos supieron que era hora de cumplir la profecía autocumplida proveniente del barro húmedo.
Grandes hipocampos se levantaron descritos sobre ropas deshechadas al azar de futuros pasados.
Uno a uno abandonaron el insprutanco.
De vuelta a aquél chido manjar de manjares, fraternizando con la compañía de lenguas extranjeras, como si el polvo no estuviera ya cansado de revolotear bajo el fango, se veía bailar la sosegada avaricia calcinante.
Era de esperar que el entendimiento no se hiciera presente, pues ¿que sería de la existencia sin estos seres? Simplemente el vacío volcánico llenaría anillos de sabia ignorancia. Quizá por eso titubearon tanto ante el tricornio tambaleante.
Fue entonces cuando las chimichangas mojadas en chimichuri florecieron durante el blanco acontecer, dejando de lado la coherencia.
-Sé lo que eso supone -dijo un stargalumpi en un tono entusiasta.
-¡Mentiras! -gritó otro.el
-Non è mio figlio – concluyó un tercero.
Inmediatamente surgió la conceptual estela que liberó un sonsonete desdichado.
Fue así el florecimiento encantado donde la fotografía, en segundo plano, reavivó el estado territorial ajeno celestial. Las figuras encadenaban lo que se pensaría era la santa compaña, tripulada por semejante capitán a medio morir.
Finalmente, los cuervos revolotearon en círculos, como si se dedicaran a invitar al vuelo. Desafortunadamente, sabemos que el llamado no es otra cosa que la reunión con la negra deidad.
-Es hora de que hable la sabiduría – escuchó Vantamir.
-Entendido – respondió.
Se dio la media vuelta e inmediatamente dejó sus triques, se acomodó las ropas y prestó atención a la interpretación.

¿Entendiste algo? Si es así házmelo saber, porque esta es la primera parte del reto Fracaso, de Insectos Comunes. La segunda parte será otro autor dando su propia explicación a este texto y, finalmente, dentro de otra semana yo explicaré mi versión, así que no te desanimes si no comprendiste el cuento: esa era mi intención.

También te invito a que hagas una ilustración sobre este texto para que sea la portada del mismo. Y, por último pero no menos importante, te reto a que leas los textos sin sentido de mis compañeros insectos:

Amanecer normando, de LaRata Gris
Vitamina K, de Esther Magar
Mundo exterior, de Manu LF
comentarios
  1. […] El alcarglumps y los stargalumpi, de Jean Rush. […]

    Me gusta

  2. […] El alcarglumps y los stargalumpi de Jean Rush […]

    Me gusta

  3. Ni papa. Pero, oye, me ha encantado. Me gusta la prosa surrealista y esto es bastante cercano sino es que lo es. Desde luego me he sentido interesado por saber qué pasaba o no pasaba y hasta me he reído. Por mi parte la primera parte de este reto está superada. 🙂

    Le gusta a 1 persona

  4. […] he tenido el privilegio de reescribir El Alcarglumps y los stargalumpi de Jean Rush, y casi se me cae la única neurona que […]

    Le gusta a 1 persona

  5. […] de LaRataGris, continuación de El Alcarglumps y los stargalumpi de Jean […]

    Le gusta a 1 persona

  6. […] El alcarglumps y los stargalumpi […]

    Le gusta a 1 persona

  7. […] El alcarglumps y los stargalumpi […]

    Me gusta

  8. […] Final, conclusión de El alcarglumps y los stargalumpi. Final alternativo: Sinsentido, de […]

    Le gusta a 1 persona

  9. […] final de Jean Rush explicación de El alcarglumps y los stargalumpi de Jean Rush. Y la explicación alternativa Sinsentido de […]

    Me gusta

Deja un comentario